La historia que no supe leer de esa lágrima

Derramaste parte de tu alma mientras descosías la mía, que ya de por sí deambulaba maltrecha. Me abriste la puerta de tus miedos y, cuando iba a inmiscuirme por los pasillos más oscuros de tu `yo’, la cerraste sin darte cuenta de que yo también anduve por esos labertintos. De nuevo quedaron todos los interrogantes abiertos, sin respuestas. Otra vez me instalaba en el abismo, pero no pensé que esta vuelta a mi antiguo hogar se haría tan dura. Y dolió.

Generación NI NI (Ni pasado, Ni futuro)

Dicen que el porcentaje de NI-NIs en España ha aumentado en los últimos tiempos y que, aunque parezca mentira por lo insólito de destacar en algo, le ganamos por goleada al resto de los países de Europa (con permiso de nuestra dueña y señora Merkel, claro). Así, nos ponemos una medallita de oro, que nunca viene mal, y nos cubrimos de gloria muy lejos de nuestra selección de fútbol.

Pomada para grietas

Siempre que algo iba mal su particular ángel aparecía. Sara tenía esa suerte. Cuando la sentía cerca cualquier preocupación perdía su importancia, se difuminaba, caía en el cajón de la nada, en el saturado olvido.

El esfuerzo tiene su recompensa... pero en otro mundo

Crecí en un ambiente en el que el esfuerzo y la lucha por superar las metas conllevaba una recompensa. No me refiero a una recompensa material sino a una más importante: la satisfacción del trabajo bien hecho y un crecimiento personal que dejaba un regusto dulce en los labios. Porque en la vida, todos los días, había que trabajar para intentar mejorar, para aprender cosas nuevas, para tener más conocimientos acumulados que luego te pudieran ayudar en la toma de decisiones.

'Vivir para contarla' y contarla para recordarla

Un pasquín en la puerta de la literatura anunciaba que el gran Gabriel García Márquez padecía de demencia senil. Afirmaba que los amantes de sus obras, de su manera de contar historias, nos quedaríamos sin poder compartir con él más momentos inolvidables, noches en vela, tardes de relax.

Mi pared, mis secretos

¡Qué raro el mundo exterior! A mí me lo parece. Pese a ser pequeña, el otro día soplé las ocho velas que adornaban mi tarta, ya tengo una idea de cómo es el mundo. Soy Sofía, y mis papás me miraban en mi cumple tras un velo de tristeza. Quieren ayudarme, me quieren, y yo lo sé. Creo que piensan que con su esfuerzo podré avanzar. Se lo agradezco tanto…

Esencia de blog

Dicen que cuando una puerta se cierra otras se abren. En esas estamos. Tras quedarme sin empleo, y con la intención de mantener mi pluma con tinta, abro esta nueva ventana que me permitirá contar historias a todo aquel que quiera leerme. Porque eso es lo que hace un periodista: contar cosas a los demás. No es ni más ni menos que un oficio vocacional. Es un impulso y una necesidad y, como comentan por ahí, a falta de pan buenas son tortas. 
Y tras la caída... ahora toca levantarse. Por ello dejo aquí una declaración de intenciones de lo que es 'Pon una margarita en tu sombrero'. La esencia del blog no es sino compartir pensamientos, sensaciones e ideas sin caer en el pesimismo, buscando siempre un rayito de luz y de color. La mayoría de los post verán su origen en la actualidad, en el latir de la sociedad que últimamente lucha por seguir en pie. En la de los jóvenes sin empleo o con los populares minijobs, en los 'afortunados' mileuristas, en los hipotecados hasta las cejas, en las familias que están pasándolo realmente mal, en la de las personas mayores que son tratadas como trastos inservibles, en los dependientes sin ayuda.
En definitiva, este blog va para todos aquellos afectados por la famosa frase 'Que les jodan!'. Y es que nos lo están poniendo difícil, muy difícil. Habrá textos sobre política, cultura, sociedad... artículos de ficción y de no tanta ficción. En definitiva, habrá un poco de mí y de mi forma de ver la vida como ciudadana de este mundo. Habrá que poner una margarita en el sombrero de cada persona para no perder los jirones de ilusión que nos quede, no?

'Pon una margarita en tu sombrero'nace gracias al apoyo de toda mi familia, de mis raíces, de mi red.
A mi MADRE, Margarita, esa gran mujer, mi reina madre. El timón de mi barco, la fragancia de mi vida, mi referente y mi guía. Por todo, por tanto, por siempre.
A mis tres hermanas y a mi hermano. Ellos me van regando siempre, en silencio. Mi macetero. Qué suerte tengo con vosotros!
A mis cuñados. Los mejores del mundo. Por escucharme, por estar ahí, porque nunca dejan de sorprenderme con sus grandes gestos.
A mis dos pequeños grandes amores. Para ellos una vida llena de rosas sin espinas. Porque sus risas y sonrisas son curativas... porque son los dos únicos hombrecillos que me dejan sin palabras. Porque sin saberlo, sin ser del todo conscientes de lo que significan para mí, me dan poco a poco la vida y las ganas de combatir lo malo para dejarles lo bueno. A Gonzalo y a Cris, mis sobris, mis niños, mi aliento.
A mi niña Adriana. Porque sin serlo lo es. Una más. Necesaria para cuadrar la cuenta de mi día a día. Dulce, simpática, linda.
A mis amigos. Los de verdad. Los que no destiñen con el tiempo. A mi alma gemela... por muy lejos que estés, aunque haya un charco de por medio. Qué bueno es esto del viber y del 'wassap!'.
A todos los de las largas conversaciones por teléfono, delante de una cerveza o de un café. A todos, gracias!
Gracias en especial a Marinilla, medio paisana, que me metió el gusanillo del blog y construyó mi deseo con su html y el resto de cosillas. Eres muy grande!

A Sara, mi Sarita. Mi suave y remolona compañera de viaje. Mi gatuna... mil horas más para observarte y envidiarte. Una gata con vida de perro. La dueña de mi casa y de mis cosas.

Gracias a todos por existir!