lunes, 17 de septiembre de 2012

Generación NI NI (Ni pasado, Ni futuro)

generacion nini


Dicen que el porcentaje de NI-NIs en España ha aumentado en los últimos tiempos y que, aunque parezca mentira por lo insólito de destacar en algo, le ganamos por goleada al resto de los países de Europa (con permiso de nuestra dueña y señora Merkel, claro). Así, nos ponemos una medallita de oro, que nunca viene mal, y nos cubrimos de gloria muy lejos de nuestra selección de fútbol.



La generación NI NI agrupa a jóvenes que no han dado un palo al agua en su vida, que no tienen estudios universitarios y que viven en casa de sus padres sin mayor problema  y sin preocupación alguna. Ante este dato son muchas las horas de radio que se han dedicado al análisis de esta problemática. El abanico de explicaciones ha sido de lo más diverso si bien la conclusión es la misma: la bonanza del país años atrás fue el germen de estas semillitas. Pero ahora lo hemos fastidiado todo.
Y es que, según los expertos, el mercado laboral es cada vez más exquisito. Las empresas 'buscan' gente con amplia formación, conocimientos muy especializados, personas que dominen varios idiomas... y parece que no hay cabida para estos jóvenes. Pero siendo realistas hay que decir que no hay espacio para ellos ni para los que sí tenemos alguna licenciatura, entre otros conocimientos. Para los que nos hemos independizado, para los que nos hemos buscado la vida, hemos trabajado y hemos tenido el 'bendito' placer de paladear el sabor nauseabundo del paro. Para todos aquellos que nos hemos levantado a diario intentando encontrar una nueva oportunidad.
Pero las oportunidades llegan en forma de ofertas realmente absurdas. Empresas que buscan personas con dominio de miles de programas informáticos, por ejemplo, con un alto nivel de inglés y francés como mínimo, con disponibilidad a viajar en su propio coche, sin horarios laborales, además de otras cualidades y capacidades que sólo la experiencia te puede dar... Pero, atención, absténganse si no están dispuesto a trabajar por amor al arte o a cobrar un salario irrisorio. Bien clarito lo dejan: preferentemente becarios y gente en prácticas.
El alma en los pies, mire usted.
Y así va todo. Lo que no me explico es cómo vamos a conseguir ser más competitivos cuando se hacen productos de esta manera, como churros, sin importar la calidad. Aquí lo que importa es la cantidad... Aunque bueno, debemos confiar en nuestro 'todopoderoso' presidente del Gobierno y esperar a que la “muy buena” reforma laboral dé sus frutos. (Por cierto, repite en alto, separando las sílabas: RES-CA-TE!)
Fruto del árbol caído que se pudre en el suelo. Porque ésta es la realidad y sólo nos queda reinventarnos o, lo que es lo mismo, dar palos de ciego hasta que salte la liebre y nos indique el camino a seguir. Pongamos una valla y que la salte la cobaya.

Viendo lo visto... a veces yo también quiero pertenecer a esta generación. Ninguna preocupación y un futuro sin altibajos, no? Techo, comida, ropa. Qué bonito vivir en un hotel de cinco estrellas! Gracias presi. El intentar saber cada día más cosas, aunque no ocupe lugar, tampoco es tan maravilloso... o sí¿?

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