lunes, 2 de diciembre de 2013

Para ti la luna

Un día perfecto lleno de momentos para encuadrar en un marco azul. Sin embargo, el reloj sigue su repetitivo camino y obliga a guardar el presente con formato de pasado en el regazo de la luna

En el ‘ahora’ ya sólo quedan los recuerdos de una risa que se va apagando. Las miradas descaradas que cruzamos sorteando montañas de arena. La valentía de un pie descalzo rozando el agua del mar. Las caricias que nos regalamos y que la noche me devuelve en las madrugadas de insomnio. El tacto de tu cuerpo, tu mano agarrando mis dedos, tus piernas anudadas a las mías. Tus abrazos cálidos que ahora me traen frío. Tus pensamientos...

Puede que esto sea la vida. Un cúmulo de momentos de cuando estamos juntos y nos sentimos cerca. Tal vez la existencia se reduzca a servirnos una copa vacía de kilómetros, sólo con unos cubitos de hielo para celebrar este invierno. Posiblemente el sentido de todo esté escrito en cada beso que plantas en mi rostro.

Seguramente nos echemos de menos con rabia y con fuerza. Pero a la vuelta fui arrojando partes de mi alma para saber regresar a ti, para no confundir los desvíos, para no pasar por alto la salida que me lleva a tu cuello, a tu oído, a tu pecho. Ahí es donde me gusta depositar las ilusiones. Donde levanto mis defensas para que tus sueños se cumplan. Dispuesta a coser heridas y a celebrar victorias.

La noche me aplasta con su pañuelo de estrellas. Para ti la luna. Que te acompañe en un esquinita de la pared de tu dormitorio. Bajo la almohada te dejé mi mano, por si la necesitas, aunque caricias te sobran. En el cajón encontrarás la nana que te inventé. Cierra tus ojos grandes, ya todo lo han visto por hoy. Siente este beso en la distancia, estoy segura de que te llegará. Duerme. Guárdame en tus recuerdos. En breve, nuevos instantes de futuro.

Te quiero!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Muchas gracias por leerme!