domingo, 16 de junio de 2013

Y quién vigila al vigilante?

El País, 16 de junio 2013
Todos somos concursantes involuntarios de un Gran Hermano internacional. Es la literatura aplicada a la realidad de la obra 1984 de Georges Orwell. Hay cámaras de vigilancia en las calles, en los centros comerciales, en los bancos, en los super… Un agobio si lo piensas. Vamos perdiendo intimidad y vamos ganando identidad para aquellos que están detrás del objetivo. En pro de qué? Llevo dándole vueltas a este tema desde que hoy fui a comprar el periódico y me di de bruces con la portada de El País.


‘Facebook desvela los datos de su ayuda al espionaje para limpiar su imagen’. Menudo titular! Caí en el reclamo. Lo compré. Por lo que se ve Microsoft también está implicado en el ajo, entre otros. Menudo desarrollo del tema y menuda inseguridad me recorrió por las venas. El nunca bien idolatrado gobierno de los EEUU, según este periódico, ha pedido en reiteradas ocasiones datos de algunos de los clientes y usuarios de las empresas de telecomunicaciones. Y ellos, como no, van proporcionándoselos. Y aquí viene la justificación, ni más ni menos, que Obama ha ofrecido a los ciudadanos del mundo: “No se puede tener el 100% de privacidad y el 100% de seguridad”. Pues nada, lo que usted quiera. Aunque sigo sin entender muy bien para qué les servirán a ellos las fotos de la última fiesta a la que asistí o de las miles de imágenes que tengo en Facebook, Twitter y otras redes de mi preciosa gata. O… más aún, qué interés podrán tener los mails que cruzamos mis amigos y yo y qué relevancia pueden tener sobre la seguridad de un país. A quién le importa??
Lo que está claro es que todos somos observados y analizados. Digo todos porque, por lo que se ve, las personas que estamos fuera de la american way of life somos los principales objetivos de este espionaje, más que nada para evitar ataques terroristas, dicen… Edward Showden, empleado del servicio de la Agencia de Seguridad Nacional de EEUU, ha destapado la caja de pandora publicando los programas y planes que se cocinan en la Administración para llevar a cabo la vigilancia. El debate está servido. Dónde están los límites?
Lo cierto es que una parte de la población está dispuesta a dejar que los gobiernos se paseen por una parcelita de nuestra intimidad con el objetivo de asegurar nuestro bienestar. Pero el camino es largo y arduo. Las conversaciones que uno mantiene por un chat no deberían ser privadas? Para gustos, colores.
Sea como sea, contra el gigante no se puede luchar. Así que, previsiblemente, seguiremos siendo actores de nuestras propias vidas, concursantes de un programa en el que ni tan siquiera optamos al maletín de 300.000 euros, como en el show de Mercedes Milá.
No sería más seguro el mundo si los que se preocupan tanto por la seguridad ciudadana no vendiera y comprara armas, por ejemplo…?
Me voy a actualizar los datos de mi perfil de fb, que la ventanita de aviso de que mi identidad digital está desfasada me lleva saltando desde hace semanas. Se lo pondré un poco más fácil… Profesión: terrorista de palabras. Fichada y puesta en libertad condicional. Descansando en mi nube.

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