martes, 14 de mayo de 2013

De qué se ríen los avestruces?

Son los Groucho Marx de la fauna. Siempre andan con cara de desquiciados y con un gesto burlón. Sólo les falta el puro. Eso fue lo que pensé ayer tras comprarme el periódico, el que va de progre, el que no lleva grapas. Lo leí meticulosamente, incluso la sección de deportes (que ya hice un esfuerzo). Me terminé la contra que, dicho sea de paso, me resultó lo más interesante. Miré para todos los sitios buscando la cámara. No había. Esto es de chiste. En algún lado un avestruz debía estar partiéndose de risa de mí.


Una de las mejores sensaciones del universo, o por lo menos de mi mundo, es la de disfrutar de la primera gran taza de café americano del día mientras lees el periódico. Pero no ya el periódico en su versión digital sino el de toda la vida. Recorrer esas hojas ásperas deteniéndote en los grandes titulares. Pasar las páginas, saltar por las distintas secciones, detenerte en las columnas de los grandes, ir llenándote de tinta los dedos… En resumidas cuentas: ver qué pasa por el mundo y sacar conclusiones, perderte por la prosa de importantes firmas y aprender cosas nuevas.
No fue el caso. No es ya que las piezas no den nada en primicia, para eso ya están las redes sociales y su inmediatez, sino que tampoco aportaban análisis. Era más de lo mismo, sin datos interesantes, haciendo noticias de cosas que no lo son (encuestas de intención de voto cuando aún queda lo más grande para que se celebren elecciones, temas de debate que se suponen que existen entre los ciudadanos pero de los que nadie ha oído hablar, más encuestas de cualquier cosa…). Como dice un buen amigo mío… el onanismo que practican ciertos medios. Y yo que no podía dar crédito a la situación y con un euro y pico menos en el bolsillo…
Pero ya la repanocha llegó cuando una de las escritoras que suelen subir el nivel en las publicaciones en las que participa únicamente divagaba sobre el proceso que sigue para elegir los asuntos a tratar.  Dos columnas en las que no decía nada! Porque eso es lo que saqué en claro. Nada. Y mira que es un periódico que se supone que tiene recursos económicos para currárselo un poquito… Será por temas!
Así pasó el tiempo. El café se me congeló. Y lo vi claro. Estamos rodeados de avestruces que no paran de reírse de nuestra forma de vida. Los hay que se burlan de nosotros descaradamente cuando se ponen el traje de ‘político’, los hay que lo hacen a través de la televisión, los hay que se tronchan cuando vas al banco, los hay que lo hacen por detrás cuando te descuidas un poco, cuando compras un producto que no te presta el servicio que, se supone, debía dar.
El avestruz debe pensar que nosotros, esos otros animales que caminamos a dos patas, los que vamos de listos pero que somos engañados todo el tiempo, que se conforman con cualquier cosa, que viven atados y maniatados a cosas materiales y otras tonterías… somos los seres menos racionales del universo. He ahí la explicación de su eterna sonrisa. Han dado en el clavo. Normal su actitud.

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